Ayer me lo crucé por la calle. Pasó por mi
lado casi rozándome, pero ni me miró. Hace una semana me decía que era todo su mundo,
y ahora somos unos simples desconocidos que ni se miran.
Llegué a casa triste, cómo había cambiado todo
tan rápido. Laura, ella era la causa de que Pedro y yo fuéramos unos unos
simples desconocidos. Ella,que era mi mejor amiga, ella que me apoyó en mis momentos
más bajos, se había entrometido en mi relación solo con el fin de romperla pues
una vez rompimos perdió el interés en él. Ella es la única culpable de mi
suerte. No se como me voy a vengar de ella, esperándome en el sótano, pero
seguro que afilando los cuchillos encontraré la respuesta.